El Quijote en la calle
Y por último Don Quijote.
El peluquero estaba esperando que se despertara, para cortarle el pelo con las mismas tijeras que esquilaba a las ovejas.
Don Quijote le preguntó que tenían los libros que allí había, y éste le respondío: nada, amo.
Nos dijo que leyéramos mucho, ya que así conoceremos muchas cosas.
A cada uno nos han regalado un marcapáginas con la figura de Don Quijote, y que han hecho las personas que trabajan en el Centro Frida Kahlo.
Nos lo hemos pasado muy bien. SANTIAGO
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