Vida de San Sebastián
Era Sebastián un joven valiente y muy guapo, que se alistó en el ejército romano. Se atraía las simpatías de cuantos le iban conociendo. El emperador lo apreciaba mucho porque tenía un aire guerrero y a la vez obediente. Lo hizo capitán jefe de su guardia personal, y lo distingió con otros honores.
Pero no sabía el emperador que un tan aguerrido oficial fuese cristiano y no adorador de los dioses del Imperio. En cuanto lo supo, dejó ya de ser su preferido, tuvo que padecer los más crueles castigos, hasta morir por no haber querido renegar de su fe.
0 comentarios