El rayo rojo variaba de forma y tamaño...
Si hablábamos flojo, el rayo que se proyectaba en el techo era pequeño, pero si lo hacíamos fuerte, el rayo se hacía más y más grande.
Si hablábamos flojo, el rayo que se proyectaba en el techo era pequeño, pero si lo hacíamos fuerte, el rayo se hacía más y más grande.
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